COMENTARIO

 Lc 21,1-4 

Frente a los escribas que devoran las casas de las viudas (20,47), Jesús llama la atención hacia el gesto de la viuda pobre (vv. 1-2). Después, con sus palabras (vv. 3-4), este gesto queda como ejemplo perenne de la actitud del hombre ante Dios: «El Señor no mira la cantidad que se le ofrece, sino el afecto con que se le ofrece. No está la limosna en dar poco de lo mucho que se tiene, sino en hacer lo que aquella viuda, que dio todo lo que tenía» (S. Juan Crisóstomo, In Hebraeos 1,4).

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