COMENTARIO

 Mt 4,12-16,20 

Comienza el ministerio en Galilea. Jesús proclama, con palabras y obras, que el Reino de Dios ha llegado. En primer lugar, llama a sus discípulos y convoca al nuevo Pueblo de Dios (4,12-25). A continuación, como supremo Maestro, Legislador y Profeta, promulga la Nueva Ley del Reino en el Discurso de la Montaña (5,1-7,29). Su enseñanza queda avalada por «las obras del Mesías», los milagros que confirman su autoridad (8,1-9,38).

El envío de los Apóstoles (10,1-42) y las acciones (11,1-12,50) y palabras (13,1-52) de Jesús señalan que es más que un Maestro: es el Mesías de Israel. Los dirigentes religiosos del pueblo escogido (11,16-12,45) se obstinan en rechazarlo, pero los signos son tan evidentes (14,13-15,39) que San Pedro le confiesa como el que verdaderamente es: el Mesías, Hijo de Dios (16,13-20).

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