COMENTARIO

 Mc 12,41-44 

Si la conducta de los escribas es la que se debe rechazar, la de la viuda pobre es la que se debe imitar. Frente a la ostentación de los escribas (12,38-40) y a la apariencia de los ricos (v. 41), Jesús opone la rectitud de intención y la generosidad de espíritu de la viuda paupérrima: «¿No has visto las lumbres de la mirada de Jesús cuando la pobre viuda deja en el templo su pequeña limosna? Dale tú lo que puedas dar: no está el mérito en lo poco o en lo mucho, sino en la voluntad con que lo des» (S. Josemaría Escrivá, Camino, n. 829).

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