COMENTARIO
El relato de la última semana de Jesús en Jerusalén comprende: la entrada en la Ciudad Santa y la purificación del Templo (19,28-48), las controversias de Jesús con las autoridades judías (20,1-44), el discurso escatológico (21,5-36), y la extensa narración de la pasión (22,1-23,56) y de la resurrección (24,1-53). En este conjunto, Lucas destaca los sentimientos de piedad (19,41-44) y misericordia (22,51.61; 23,28-29.34.43) de Jesús, su grandeza de ánimo (22,21-30.47-53; 23,26-49; etc.) y su recurso constante a la oración (22,32.39-46; 23,34.46). En estos rasgos, Jesucristo se nos presenta como el modelo de conducta para el cristiano.
Esta tercera parte termina con el mandato del Señor a sus Apóstoles de permanecer en Jerusalén hasta la venida del Espíritu Santo, y con el relato de la Ascensión (24,49-53): los mismos acontecimientos con los que comienza el libro de los Hechos de los Apóstoles (Hch 1,4-9), donde se narran la manifestación pública de la Iglesia y su expansión.