COMENTARIO

 Jr 33,1-13 

El «Libro de la Consolación» se cierra dando nuevas razones para la esperanza: se harán realidad las promesas de restauración (cfr 32,15). El motivo principal es el poder del Señor, que ha hecho todo cuanto existe en la naturaleza (v. 2). Él, que ha creado todas las cosas y gobierna el mundo con su sabiduría, es quien podrá traer la salvación. Él es bueno y jamás se olvida de los suyos, por lo que se compadece de ellos y nunca los rechaza definitivamente. Sólo espera a que el pueblo tome la decisión de volver a Él para escucharlo y correr en su ayuda: «Llámame, y te responderé» (v. 3).

La reconstrucción de Judá y Jerusalén será física y espiritual (vv. 4-8). Todo el mundo se asombrará por lo que Dios ha hecho con ellos (v. 9). En la ciudad se restablecerá la vida social y el culto (vv. 10-11), y la situación en el campo será idílica (vv. 12-13). No hay motivos más que para el agradecimiento (v. 11), que se canta con palabras que aparecen en los salmos 106,1 y 107,1 y a lo largo del salmo 136 (cfr también 1 Cro 16,34; 2 Cro 7,3; Esd 3,11; 1 M 4,24).

El texto del v. 5 es muy oscuro en hebreo. Hemos traducido teniendo en cuenta la versión griega y la Neovulgata.

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