COMENTARIO
El evangelista sitúa el episodio en la región de los «gadarenos» (v. 28), donde San Marcos y San Lucas dicen «gerasenos». Las dos denominaciones serían posibles, pues Gerasa está a unos 50 km al este del lago y Gadara a unos 20 km. Con todo, lo importante del pasaje es que muestra cómo la potestad de Jesús se extiende también a tierras de paganos y alcanza a los demonios y a las fuerzas diabólicas. Los demonios se dirigen a Jesús con una expresión curiosa: «¿Has venido aquí antes de tiempo para atormentarnos?» (v. 29). Con esa frase se hace patente una concepción de la época, según la cual a los demonios se les había concedido un tiempo antes de la victoria final de Dios. Este exorcismo enseña que Jesús anticipa la victoria final (cfr nota a Lc 8,26-39). Además, los judíos consideraban a los cerdos animales impuros —el hecho ocurre en tierras de gentiles— cuya carne no podía comerse (cfr Lv 11,7; Dt 14,8), por lo que, en este pasaje, la curación del poseso y la muerte de los cerdos expresan la victoria completa de Jesús sobre el demonio.
La actitud negativa de los habitantes de la ciudad nos advierte, por contraste, que el encuentro con Cristo exige subordinar los planes personales a los divinos. Una actitud egoísta y materialista cierra el horizonte de los bienes eternos y nos pone en peligro de expulsar a Dios de nuestra vida.