COMENTARIO

 Lc 20,41-44 

«Señor» era el modo habitual entre los judíos de habla griega para referirse a Dios. En este pasaje (cfr notas a Mt 22,41-46 y Mc 12,35-37), «Jesús se atribuye de forma velada este título cuando discute con los fariseos sobre el sentido del Salmo 110 (…). A lo largo de toda su vida pública sus actos de dominio sobre la naturaleza, sobre las enfermedades, sobre los demonios, sobre la muerte y el pecado, demostraban su soberanía divina» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 447).

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