Bendición de medallas, escapularios, imágenes y demás objetos

From MarAdentro

Bendición del agua

I

Señor, Dios Todopoderoso, que eres la fuente y el principio de la vida del cuerpo y del espíritu, dígnate bendecir + esta agua que vamos a utilizar con fe para implorar el perdón de nuestros pecados y para alcanzar la protección de tu gracia contra todas las enfermedades y asechanzas del enemigo. Concédenos, Señor, por medio de tu misericordia, que el agua viva nos sirva siempre de salvación, para que podamos acercarnos a Ti con un corazón limpio y evitemos todo mal del alma y del cuerpo. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/. Amén.

II

Señor, Padre Santo, dirige tu mirada sobre nosotros, que redimidos por tu Hijo, hemos nacido de nuevo del agua y del Espíritu Santo en la fuente bautismal; concédenos, te pedimos, que todos los que reciban la aspersión de esta agua queden renovados en el cuerpo y en el alma y te sirvan con limpieza de vida. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/. Amén.

III

Bendito seas, Señor, Dios todopoderoso, que te has dignado bendecirnos y transformarnos interiormente en Cristo, agua viva de nuestra salvación; haz, te pedimos, que los que nos protegemos con la aspersión o el uso de esta agua sintamos, por la fuerza del Espíritu Santo, renovada la juventud de nuestra alma y andemos siempre en una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.

R/. Amén.

Bendición de una imagen

Dios todopoderoso y eterno, Tu permites esculpir o pintar imágenes de tus Santos, a fin de que, al contemplarlas, meditemos y tratemos de imitar sus obras y sus virtudes. Por eso te pedimos que bendigas + y santifiques esta imagen, hecha en honor y recuerdo de... (Ntro.. Señor Jesucristo, La Sma. Virgen María, San...).

Te rogamos que a quienes procuren, delante de esta imagen, tributar culto y honrar a ... , por sus méritos e intersección les concedas tu gracia en este mundo y la gloria eterna en la vida futura. Por Cristo nuestro Señor.

R/. Amén.

De Jesucristo

Oh Dios, tú habitas en una luz inaccesible y nos has amado tanto que, siendo invisible, te nos has hecho visible en Cristo; mira con bondad a estos hijos tuyos, que han dado forma a esta imagen de tu Hijo, y haz que al venerarla, se vayan transformando en la realidad que esta imagen representa. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/. Amén.

De la Virgen

Oh Dios, que en la Santísima Virgen has dado a tu Iglesia una imagen de la gloria futura a la que esperan llegar tus fieles, que han elaborado esta imagen de la Santa María, alcen confiadamente sus ojos hacia ella que resplandece como modelo de virtudes para todo el pueblo de tus elegidos. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/. Amén.

De los Santos

Oh Dios, fuente de toda gracia y santidad, míranos con bondad a nosotros tus servidores, que hemos dispuesto esta imagen de San N. , y haz que experimentemos la intercesión de este santo, el cual convertido en amigo y coheredero de Cristo, resplandece como testigo de vida evangélica y como egregio intercesor ante ti. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/. Amén.

Bendición de objetos de piedad

El Señor, con su bendición +, se digne aumentar y fortalecer tus sentimientos de piedad y devoción, para que transcurras sin tropiezo tu vida presente y alcances felizmente la eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/. Amén.

Bendición de Rosarios

En memoria de los misterios de la vida, muerte y resurrección de nuestro Señor, para honra de la Virgen María, Madre de Cristo y de la Iglesia, sea bendecida la persona que ore devotamente con este rosario: en el nombre del Padre + y del Hijo y del Espíritu Santo.

R/. Amén.

Bendición e imposición del Escapulario

Oremos. Señor nuestro Jesucristo, Salvador del género humano, santifica + este hábito que tu siervo/a ha resuelto llevar por amor a Tí y a tu Santísima Madre, la Virgen María del Monte Carmelo. Que por la intercesión de esta misma Señora sea defendido de los ataques del enemigo y persevere en tu gracia hasta la muerte. Tú que vives y reina por los siglos de los siglos.

R/. Amén.

Y asperge el hábito con agua bendita.

Padre nuestro.

Lo impone a cada persona diciendo:

Recibe este hábito bendito, suplicándole a la Santísima Virgen que, por sus méritos, puedas llevarlo sin mancha, te defienda de toda adversidad y te conduzca a la vida eterna.

R/. Amén.

Luego continúa en general:

Yo con el poder que me ha sido concedido, te hago partícipe de todos los bienes espirituales que, con la cooperación de la misericordia de Jesucristo Nuestro Señor, propagan los religiosos del monte Carmelo. En el nombre del Padre +, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

R/. Amén.

Dios todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, te bendiga +, ya que se ha dignado agregarte a la confraternidad de la Santísima Virgen del Monte Carmelo. Y a ella le pedimos que, en la hora de tu muerte, aplaste la cabeza de la serpiente infernal, y que logres al fin conseguir la palma y corona de la herencia sempiterna. Por nuestro Señor Jesucristo.

R/. Amén.

Bendición y exorcismo de la Medalla de San Benito

Las medallas de San Benito pueden ser bendecidas por cualquier sacerdote, no necesariamente un benedictino; así se desprende de la instrucción dictada en tal sentido por la Iglesia de Roma el 26 de Septiembre de 1964. Si el sacerdote al que ustedes acudan con la medalla para que se la bendiga no conoce  —es raro suceda— la siguiente fórmula específica para dicha bendición, basta con que la impriman y se la lleven ustedes mismos, porque de ninguna manera tal sacerdote puede negarse.

Exorcismo

Nuestra ayuda nos viene del Señor.

R/. Que hizo el cielo y la tierra.

El Señor esté contigo.

R/. Y con tu espíritu.

Yo exorcizo esta medalla por Dios Padre + Todopoderoso, que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos se contiene.

Que todo el poder del enemigo, todas las fuerzas y asaltos del demonio, toda tentación diabólica, sean destruidos y expulsados de esta medalla.

Que aquellos que la usen gocen de salud del alma y del cuerpo. En nombre de Dios Padre omnipotente y de Jesucristo, su Hijo y Señor nuestro y del Espíritu Santo paráclito y en el amor del mismo nuestro Señor Jesucristo, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos por medio del fuego.

R/. Amén.

Bendición

Señor, escucha mi oración.

R/. Y llegue a tí mi clamor.

El Señor esté contigo.

R/. Y con tu espíritu.

Oración

Oremos. Dios Todopoderoso, dispensador de todos los bienes, te suplicamos que, por la intercesión de san Benito, bendigas esta medalla a fin de que el que la use y practique buenas obras, merezca obtener la salud del alma y del cuerpo, la gracia de santificarse y las indulgencias que nos son concedidas. Que pueda, con el auxilio de tu misericordia, rechazar todas las acechanzas y engaños del demonio y presentarse, un día, santo e inmaculado ante tu presencia.

R/. Amén.

Seguidamente, el oficiante rocía la medalla con agua bendita

Bendición e imposición de la Medalla Milagrosa

Nuestra ayuda es en el Nombre del Señor.

R/. Quien hizo el cielo y la tierra.

El Señor esté con ustedes.

R/. Y con tu espíritu.

Oremos. Dios todopoderoso y misericordioso, que a través de las apariciones de la Inmaculada Virgen María en la tierra, te has dignado obrar milagros continuamente por la salvación de las almas, derrama tus bendiciones sobre esta Medalla (+), para que aquellos que mediten en ella piadosamente, y la lleven con devoción, puedan sentir su protección y obtener su misericordia. Por Cristo, Nuestro Señor.

R/. Amén.

El sacerdote, entonces, rocía la Medalla con agua bendita, diciendo al investirla:

Recibe esta Medalla sagrada, llévala fielmente y trátala con la debida veneración; para que la más Santa e Inmaculada Reina del Cielo te proteja y defienda y siempre renovando los milagros de su bondad, obtenga misericordiosamente lo que con humildad pides a Dios, para que puedas descansar gozosamente en su abrazo maternal por toda la vida y en la hora de la muerte.

R/. Amén.

El sacerdote continúa:

Señor, ten piedad. Cristo, ten piedad. Señor, ten piedad.

Padre Nuestro...

Y no nos dejes caer en la tentación,

R/. Y líbranos del mal.

Reina, concebida sin pecado original,

R/. Ruega por nosotros.

Señor, escucha nuestra oración,

R/. Y que nuestro clamor llegue a ti.

El Señor esté con ustedes,

R/. Y con tu espíritu.

Oremos. Oh Señor Jesucristo, que has otorgado glorificar por milagros innumerables a la Santísima Virgen María, Inmaculada desde el primer momento de su concepción, concédenos que a todos los que devotamente imploramos su protección en la tierra, podamos gozar eternamente de tu presencia en el Cielo. Tú, que con el Padre y el Espíritu Santo, vives y reinas, Dios, por los siglos de los siglos.

R/. Amén.

Bendición de un vehículo

Dios todopoderoso, creador del cielo y la tierra, que, en tu gran sabiduría, encomendaste al hombre hacer cosas grandes y bellas, te pedimos por los que usen este vehículo: que recorran sus caminos con precaución y seguridad, eviten toda imprudencia peligrosa para otros, y, tanto si viajan por placer o por necesidad, experimenten siempre la compañía de Cristo, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos.

R/. Amén.

Rocía con agua bendita

Y la bendición de Dios todopoderoso Padre +, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.

R/. Amén.

Bendición de todas las cosas

Oremos. Oh Dios, que con tu palabra todo lo santificas, bendice este objeto, y por la invocación de tu Santísimo Nombre concede la salud del cuerpo y la protección del alma, a cuantos usen de él, con ánimo agradecido, conforme a tus mandamientos y a tu Voluntad. Por Cristo Nuestro Señor.

R/. Amén.

La bendición de Dios Omnipotente, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, descienda sobre vosotros y permanezca para siempre.

R/. Amén.

Bendición de los anillos en la promesa matrimonial

Oremos. Señor, Creador y conservador del género humano, que das la gracia sobrenatural y la eterna salvación, haz descender tu bendición + sobre estos anillos para que quienes los lleven en sus manos como signo de mutua fidelidad, adelanten todos los días en el camino de su salvación, defendidos con tu celestial protección. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/. Amén.

Bendición de un busto o placa

Oremos. Dios todopoderoso, te rogamos que bendigas + esta placa (este busto), que recuerda a N., y concédenos la gracia de tener siempre presente que nuestro deber primordial como argentinos es servir gozosa y valerosamente al bien común de nuestra familia argentina, y, así de este modo, sirviendo a los altos intereses de la patria en esta tierra, logremos llegar a la felicidad eterna del cielo que tú prometiste a tus fieles servidores. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/. Amén.

Bendición de una bandera

I

Oremos: Oh Dios, que con la sangre preciosa de tu hijo, consagraste el estandarte santo de la cruz y quisiste que el árbol santo fuera para los fieles el signo de salvación: bendice + esta bandera que hoy te presentan tus hijos, y concede a cuantos confiesan a Jesucristo como su Dios y Señor, avanzar, guiados por esta bandera, por las sendas del Evangelio y para sus hermanos ejemplo de justicia, de fraternidad y de amor. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/. Amén.

II

Oremos: Oh Dios, que has hecho de todas las naciones un solo pueblo consagrado a ti; bendice + esta bandera que hoy te presentan tus hijos y haz que, bajo tu protección, obtengan con abundancia el bien de su patria y progresen también en el amor a todos los hombres. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/. Amén

Bendición de las velas

(en el día de S. Blas - 3 de febrero)

El Señor esté con vosotros.

R/. Y con tu espíritu.

Dios que en todas partes manifiesta su poder y su bondad, encomienda a la Iglesia la bendición de determinados elementos, para que todos los que los usen piadosamente se sientan atraídos hacia los bienes invisibles y bendigan a Dios, que es también admirable en sus santos.

Oremos. Dios todopoderoso, que creaste la diversidad de las cosas del mundo, y quisiste que tu mismo Hijo se encarnara para la Redención. Tú que eres grande e inmenso, digno de toda alabanza, haces cosas admirables. Para confesar su fe en ti el glorioso Obispo y mártir S. Blas, no temiendo los tormentos, consiguió felizmente la palma del martirio. Entre otras gracias tú le diste esta prerrogativa: que por tu poder curara el mal de la garganta.

Te rogamos humildemente que no mires nuestras culpas, y por los ruegos y méritos de S. Blas, bendice + y santifica por tu admirable piedad estas candelas infundiéndoles tu gracia, a fin de que todos aquellos a quienes les fueren aplicadas en la garganta, se vean libres de cualquier mal de la misma, y alegres y sanos te rindan en la Iglesia acciones de gracias y alaben tu glorioso nombre que es bendito por los siglos. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/. Amén

Y rocía las velas con agua bendita.

Luego las aplica (sin encenderlas) a la garganta de cada uno de los fieles mientras dice:

Por la intercesión de S. Blas, obispo y mártir, te libre de todo mal de la garganta y de cualquier otro mal.

R/. Amén.

Conclusión del rito:

El Señor tenga en cuenta vuestra devoción y os conceda su ayuda en cada momento de la vida.

R/. Amén.

Que con su amor os guíe y proteja aquí en la tierra y os haga llegar felizmente a la gloria celestial.

R/. Amén.

Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros y permanezca para siempre.

R/. Amén.